Discapacidad Intelectual en la Escuela

Discapacidad Intelectual en la Escuela

Con los apoyos adecuados los alumnos con algún tipo de discapacidad intelectual pueden llegar tan lejos como el resto de sus compañeros, estos requieren un poco más de tiempo y esfuerzo, pero sobre todo que crean en ellos, que les exijan los mismos estándares que al resto de sus compañeros y que los traten como iguales.

Los estudios recientes en personas con discapacidad intelectual han mostrado que en los casos donde el estudiante tiene una discapacidad leve o moderada, puede este razonar y alcanzar el mismo nivel que el resto de sus compañeros y en algunos casos aún más. En este estudio, los estudiantes hacían parte de clases de apoyo tres horas a la semana en las asignaturas de razonamiento como las matemáticas, las notas obtenidas por estos estudiantes se situaron en la media del resto de compañeros de la clase. Un punto crucial de esta investigación fue que los profesores “creían en los alumnos y sabían que estos podrían lograr los objetivos”, estos profesores fueron seleccionados después de examinar su forma de enseñar y ver que incluían mucho más a los alumnos problemáticos que el resto de profesionales.

La importancia de este estudio está en recordar a los profesionales la importancia de creer en los alumnos, el no crearse expectativas negativas respecto a estos alumnos, relegándolos de la clase evitando que estos tengan que esforzarse como lo hacen el resto de compañeros.

 

¿Cómo afecta la discapacidad intelectual en el currículo académico y la escuela?

Los estudiantes con discapacidad intelectual pueden estar de 2 a 4 años por debajo de los estudiantes sin discapacidad y con la misma edad, este problema tiende a afectar no solo el rendimiento académico además del desarrollo en el lenguaje, siendo el problema más común el bajo nivel del discurso y la expresión oral, la memoria y la atención.  También se ven afectadas, áreas imprescindibles para un rendimiento académico óptimo. Los estudiantes con discapacidad intelectual suelen necesitar clases de apoyo que les ayuden a lograr los objetivos académicos, así como modificaciones en el currículo escolar y herramientas de accesibilidad según sea la severidad del trastorno.

Anteriormente, los estudiantes con algún trastorno del aprendizaje o discapacidad intelectual eran enviados a clases especiales y colegios especiales. Gracias a las nuevas investigaciones se ha considerado que lo mejor es mantener a los alumnos en las clases con el resto de alumnos, entre las ventajas a destacar la sociabilidad es una de las más importantes, pues lo que se espera con esto es que los alumnos crezcan rodeados de sus amigos y compañeros independientemente del trastorno. Además de presentar ventajas para la persona afectada, puede ayudar a los compañeros de clase a convivir con una persona “diferente”, a sensibilizarse a cerca de las diferencias de cada persona. Los alumnos con discapacidad  intelectual suelen presentar problemas sociales ya que en muchos casos se les dificulta el entender los comportamientos no verbales, las bromas y el sarcasmo, además de ser vistos usualmente como más inmaduros que el resto de sus iguales necesitando a menudo “charlas” que les recuerde como debe ser el comportamiento con el resto de sus amigos.

 

¿Cómo ayudar a un estudiante con discapacidad intelectual?

La mejor para ayudar a un estudiante con discapacidad intelectual es crear un ambiente positivo en el aula, enseñando a todos los alumnos a respetar y a valorar a la persona, a entender las diferencias que este pueda tener; esto mejorará en la persona su auto estima a la par que ayudará a los compañeros a sensibilizarse con las personas con discapacidad o cualquier otro problema.

Los alumnos con discapacidad intelectual suelen aprender más lento, por lo que se recomienda ser lo más simple posible en las explicaciones, simplificar las oraciones así como utilizar gráficos, dibujos y estrategias que ayuden a la persona a entender mejor un concepto. Siempre mantener una conversación normal, asegurándose que la persona haya entendido, además de tener en cuenta el no infravalorar a la persona, ya que esto puede afectar a su autoestima.

Los problemas de comportamiento por parte de los alumnos con discapacidad intelectual son muy comunes, en parte por no comprender o sentirse frustrados en clase. Por lo anterior, los profesores deben estar atentos y trabajar teniendo en cuenta al alumno y sus necesidades, formando grupos de apoyo con el resto de los compañeros. Al incluirlos los profesores en las tareas y deberes, aumenta su sentido de pertenencia y autoestima, motivando al estudiante a esforzarse más en alcanzar sus metas. La paciencia al enseñar a una persona con discapacidad es esencial, pues estos necesitaran más tiempo, mayores repeticiones y tiempo para entender mejor los conceptos. Siempre tener en cuenta que las personas con discapacidad intelectual pueden lograr los mismos objetivos que un estudiante sin discapacidad, para ello es necesario el apoyo y sobre todo que los profesores y padres crean en el estudiante. En muchos casos los alumnos obtienen menos logros académicos que el resto de compañeros de su edad, pues los estándares que le exigen a estos suelen ser mucho más bajo que el del resto de sus compañeros. Creer en el estudiante debe ser realista con las capacidades de este sin infravalorarlo ni hacerle las tareas, o no exigirle tanto como al resto de alumnos.

Es importante entender lo difícil que es para los profesores enseñar y manejar un aula de clase, ya que esto depende de los recursos con los  que cuenta el profesor para enseñar, así como de la cantidad de alumnos en cada clase; no es lo mismo un profesor con 10 alumnos a uno que tenga 40, el tiempo dedicado a  cada uno será menor dependiendo de la cantidad y del tiempo disponible. No obstante, los profesores se esfuerzan cada día por realizar su trabajo y enseñar a los pequeños, soportando el estrés diario producto de los incansables y ruidosos jóvenes.

 

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Diciembre 2018

 Foto: Philippe Bout