“El miedo nos ayuda a estar alerta, a prepararnos para escapar, el miedo es un arma evolutiva de supervivencia. El miedo a veces se convierte en nuestro peor enemigo”
El miedo es parte de todos los seres humanos, evolutivamente nos ayuda a estar alerta, a prepararnos para huir cuando nos enfrentamos a peligros. Como el resto de las emociones, este tiene una gran importancia en la supervivencia y en nuestra vida diaria. Si pensamos en todas las cosas que no hicimos por miedo y en todos esos accidentes, caídas y perdidas que evitamos nos sentiríamos satisfechos, pero a la vez si pensamos en todas las buenas cosas que no intentamos como el hablarle a la persona que nos gustaba, el intentar un nuevo negocio o una idea, el hacer un viaje con los amigos nos sentiríamos tristes. Vamos viendo que el miedo es evolutivamente importante pero en muchas ocasiones es una barrera a las cosas que queremos o soñamos.
El miedo tiene diferentes niveles y se presenta en diferentes situaciones, por ejemplo. En situaciones cotidianas la alerta debe estar baja, sintiéndonos tranquilos y sin preocupaciones, si algo inusual ocurre ,nuestra mente reaccionara activando la alerta e incrementando el miedo para mantenernos listos para escapar, si nada sucede, este emoción comenzara a descender hasta llegar de nuevo a un nivel normal, así sucede en la mayoría de las personas y en la mayoría de situaciones, es lo que se conoce como miedo funcional, ya que cumple con la función de protegernos en momentos de peligro.
Cuando es un problema y se debe buscar ayuda.
Si vemos la misma escena anterior, una persona está sentada en su sofá escuchando música en la noche, esta relajado y disfrutando su tiempo, de repente su casa comienza a arder, el fuego comienza a cubrir las salidas, la persona se asusta, pero el miedo se incrementa hasta su nivel máximo paralizando a la persona, no puede mover las piernas ni puede reaccionar ante la situación. En esta ocasión el miedo paraliza a la persona evitando que esta pueda reaccionar, con las consecuencias que esperaríamos según la situación.
Lo mismo ocurriría si fuese al contrario, si al ver el incendio la alarma no se activa y el miedo no aparece, la persona podría entender la situación como no peligrosa y seguir escuchando música. De nuevo entendemos la importancia del balance en las emociones, “ni mucho ni poco”.
Los ejemplo anteriores, aunque perezcan ficción ocurren son situaciones cotidianas ya que las personas pueden reaccionar de diferentes maneras ante la misma situación.
¿Cuál es la diferencia entre fobia y miedo?
Una fobia es un miedo excesivo, el miedo a una situación, un animal, una cosa, un sonido, esta emoción negativa puede aparecer ante cualquier estímulo y afectar a la persona. Resumiendo, la diferencia entre la fobia y el miedo es el grado en el que la emoción se presenta ante un estímulo. Al leer este artículo seguramente la mayoría pensaran en todos los miedos que tienen y en lo común de las fobias en la vida diaria, pero queda algo más. Para definir una fobia es importante que esta cause un impacto negativo en la vida de la persona.
Piense en una persona, Juan, 18 años ,le tiene miedo a las olas y al mar, no se acuerda desde cuándo, pero sabe que desde que estaba pequeño, Juan piensa en las olas y se pone nervioso, ve una película del mar y se siente incómodo, tiene que cambiar el canal.
En este caso podríamos estar hablando de una fobia, ya que a Juan le causa un malestar en su vida diaria, pero, ¿y si Juan no vive cerca del mar? Si no necesita ir al mar o vive lejos de este, el miedo no estaría influyendo en su calidad de vida y podría ser que no necesite ayuda psicológica para tratar este miedo.
Los miedos más comunes en la población general zona los insectos o roedores, arañas, rayos y oscuridad, algunos de ellos pueden representar una verdadera amenaza para la persona, otros sin embargo no despiertan esa emoción ya cada persona es diferente en lo que siente y en como un estímulo afecta su sentido de alerta y miedo.
En algunos casos como los trastornos de la ansiedad, ataques de pánico, el miedo es constante y sin que exista algo que lo mantenga o lo active, esto quiere decir que la alerta estará siempre activa y la persona sentirá la emoción negativa constantemente, esa necesidad de escapar de algo que no sabe que es, esa urgencia de esconderse para no ser dañado aun cuando no conoce el peligro que desencadena esa emoción, de nuevo vemos como esta emoción influye negativamente en la vida de algunas personas.
Con todo lo expuesto, podemos ver como el miedo no es bueno ni malo, positivo o negativo, esto dependerá de la situación a la que se esté expuesto y a cada persona y cada momento, un miedo podrá ser una fobia y causar gran malestar a una persona y ese mismo miedo podrá ser menor o no existir en otros.
Solo cuando este cause un efecto negativo en el día a día, cuando la persona sienta que está siendo desbordada y que no puede manejar la situación es este el momento de buscar ayuda psicológica, los profesionales le ayudaran y orientaran a cómo tratar y superar el problema, afortunadamente en la mayoría de casos los miedos son aprendidos y se superaran, trayendo consigo una mejor calidad de vida y bienestar en la persona.
foto. Krzysztof Niewolny, Fuente. Unspash.com